Este artículo fue escrito hace mucho tiempo, te invito a que eches un vistazo a las novedades. He ido aprendiendo mucho desde entonces: Rolósofo
Mucha gente recomienda tomarse este hobbie de forma relajada, simplemente centrándose en el disfrute y/o diversión. Coincido con ese punto. Sin embargo, cuando dedicamos mucho tiempo a algo, al final lo que nos satisface es ir mejorando nuestra técnica porque de esa manera esperamos disfrutar más.
A veces nos estancaremos durante meses o años, pero es cuestión de insistir una y otra vez sobre los puntos que consideremos oportunos. Algunos consejos sobre rol piden preguntar a los jugadores cuáles fueron los aspectos buenos o malos de una sesión, pero muchos jugadores no están por la labor de criticar al narrador o director de juego. Lo que más necesitaremos será autocrítica y dedicación. Con este espíritu podremos ir mejorando y convertirnos con el tiempo excelentes máster.
Con independencia de si la sesión de juego ha gustado o no, al terminar la partida reflexionaremos sobre qué nos ha gustado y qué no nos ha gustado. Conviene apuntarlo y razonar punto por punto el porqué pensamos tal o cual cosa. Conforme vayamos razonando, estará una noción más o menos clara de qué entendemos cada uno por rol.
Una partida será para nosotros buena o mala en función de cuál es nuestra idea de lo que es el rol. Nos tendremos que preguntar: “¿qué entiendo por rol?”, “¿qué aspectos me interesan del rol, y cuáles no?”, “¿qué espero de una partida de rol cuando estoy dirigiendo?”. El “problema” de que una sesión de juego nos haya encantado es que somos menos proclives a buscarle fallos, pero siempre los habrá.
Un aspecto vital para ser buen máster es poder adaptarse a los jugadores. Puesto que los jugadores pueden no coincidir en lo que consideramos bueno para una partida, puede ser que lo que sea para nosotros una gran partida, para ellos no lo sea. En ese caso podemos o bien cambiar de jugadores, o bien adaptarnos en la medida posible a sus gustos.
Como dije en una entrada anterior, es casi universal que todos los roleros queramos de una partida participar en una historia de la mayor calidad posible. Por lo que intentar mejorar en los aspectos de la historia será de vital importancia. Tenemos que tener claro que una historia en rol no es como una historia de una novela o una película. Mejorar en la adaptabilidad nos dotará de más recursos a la hora de dirigir en general.
Pero el director de juego no es un “divertidor” profesional, él también tiene que pasárselo bien. Y lo que realmente quiere es divertir a los jugadores, pero dirigiendo la partida a su manera sin renunciar a sus ideas. Quiere en última instancia que agrade lo que cuenta su y su forma de dirigir.
Por ello, por mucho que intentemos mejorar habrá a muchos jugadores que no les gustarán nuestras partidas, eso es completamente normal. También tenemos que identificar que hay personas que realmente no les gusta el rol, por mucho que pretendan jugarlo, no están jugando a rol.
Los consejos o trucos para narradores también son muy útiles, pero hay que reflexionar sobre ellos. De lo contrario será difícil su aplicabilidad. Tenemos que pensar sobre ellos en cómo mejorarían la partida y por qué, qué finalidad tienen…
Al mismo tiempo, muchos de estos consejos no son fáciles de ejecutar, algunos requieren que tengamos pericia interpretativa, otros talento para la descripción, pensamiento rápido, etcétera. A la hora de utilizar consejos lo mejor es aplicarlos uno a uno y con conciencia. También tenemos que tener en cuenta que a veces al integrar una nueva técnica, pueden verse afectadas otras áreas que sí estaban funcionando.
Por último, para mejorar se necesita práctica, mucha práctica… Si narráramos una vez al mes, seríamos peores narradores que si narrásemos una vez a la semana, y así sucesivamente. La práctica tiene que ser de todo tipo, tanto de jugador, de narrador, como de lector, escritor o espectador. Pero la práctica principal tiene que ser dirigir partidas de rol.
Tenemos que tener en cuenta de que si no hacemos el ejercicio de reflexión al acabar la partida puede que no mejoremos nunca o muy poco. Esforzarse puede resultar inapetente para un hobbie en el que uno busca evadirse o relajarse, pero eso ya es decisión de cada uno. Práctica, adaptabilidad y autocrítica son factores clave a la hora de ir convirtiéndose cada vez en un mejor narrador.
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