Hay muchas formas de preparar una partida de rol. Cada estilo de dirección tiene su propia forma de preparar. Sin embargo, hay ciertas preparaciones que se agradecen mucho porque son flexibles y efectivas. En este caso debemos agradecerle a Pedro Calvo sus ideas, las cuales me han inspirado para escribir este artículo.
Preparar una partida de rol es algo muy personal
En general, todos los consejos para dirigir rol son muy personales. Dado que el medio rolero sigue ciertos patrones, podemos hablar en general. No obstante, lo general nunca explicará totalmente lo particular, es decir, cada caso.
Cada consejo es precisamente eso, un consejo, no una ley. Se tratan de buenas prácticas que pueden ayudar al director y jugadores. Cada director de juego sopesará si le resulta útil tras leerlo y probarlo. Este estilo de preparación se centra en 6 puntos básicos:
- Desapego
- Preguntas
- Desencadenantes
- Generosidad
- Condicionales
- En general
Vamos a verlos uno a uno y evaluar su utilidad.
Desapego
Idea central: no preparar nada propio, sino comprar las ideas de otros.
El desapego hacia ‘nuestra historia’ es fundamental. Eso nos permite estar abiertos a lo que pueda suceder. De esa manera, conseguimos entender nuestra preparación como una propuesta. Lo que surja a partir del comienzo no lo sabremos. Así lograremos moldear la historia en función de los actos de cada PJ.
Ciertos temas y conflictos, o incluso escenas, los deberíamos de entender como posibles y no como reales. Si las acciones conducen a los PJs hacia otro ‘lugar’, adaptamos y recalibramos. Esto no significa que no tengamos derecho a disfrutar como directores de juego. Siempre podemos encontrar formas de explorar elementos de nuestro interés. Este punto es clave a la hora de preparar una partida rol.
Preguntas
Idea central: queremos saber si uno o varios personajes harán esto o lo otro.
Son preguntas del tipo: ¿qué decisión tomará el agente Crawford cuando el terrorista se cubra con su padre? ¿Disparará a riesgo de matarlo? Esta pregunta invita a tomar una decisión que marcará al personaje. Sin embargo, las preguntas también pueden ser para la escena o incluso la historia: ¿conseguirán los personajes encontrar y derrotar al dragón? (historia). ¿Se aliarán con esos bandidos a riesgo de las consecuencias? (escena).
Las preguntas son una gran forma de preparar una partida de rol. Nos permiten disponer la situación de tal forma que disfrutemos averiguando mientras jugamos. Para admirar o apreciar a un personaje necesitamos conocerlo. Estas preguntas nos permiten conocerlos porque los ponemos en situaciones guiadas por preguntas.
Desencadenantes
Idea central: si sucede esto, ocurrirá esto otro.
Este punto es muy útil para una preparación de rol efectiva. Un ejemplo de desencadenante es: si dan las doce en el campanario, la ciudad se llenará de zombies. Ese desencadenante es muy concreto, pero podemos hacerlos más generales. Por ejemplo: si se dirigen a la mazmorra pasará X, si no se dirigen pasará Y.
Aunque no podamos predecir todo el comportamiento de los PJs, los desencadenantes ayudan mucho. Lo que hacen principalmente es que podemos reaccionar de forma consistente. Es decir, en lugar de improvisar ante lo imprevisto, nuestros desencadenantes refuerzan la narración. Esta técnica puede usarse en todo tipo de situaciones y con todo tipo de elementos.
Generosidad
Idea central: construir a partir de lo que hacen los personajes jugadores.
Si queremos contar nuestra historia a cualquier precio, estamos haciendo un monólogo. Por el contrario, si somos generosos con lo que sucede en la ficción, estamos conversando. Como siempre, nuestros intereses como DJ también importan. El jugador quiere que lo que hace su personaje tenga consecuencias. Si diluimos o incluso eliminamos esas consecuencias, no estamos siendo generosos.
Para preparar una partida de rol siendo generoso hace falta dejar abierta la trama. Necesitamos dejar preguntas explícitas o implícitas que moldeen realmente la narrativa. Los PJs son responsables de su destino, en mayor o menor grado. Si logramos dar esa sensación, el jugador deseará explorar y conversar con la narrativa.
Incondicionales
Idea central: introducir ciertos elementos nuestros porque así lo queremos.
Por ejemplo, nuestra escena inicial. Si queremos que la introducción esté preparada y soltar nuestra perorata, así lo hacemos. Mientras guste en cierto grado a nuestros jugadores y les aporte cosas, sirve a la perfección. Hay ciertas partes de la sesión que son más centradas en un jugador u otro, o en el director. Cada miembro de la mesa entiende que es su momento de brillar.
Nuestros incondicionales son fundamentales al preparar una partida de rol porque satisfacen nuestras expectativas. Como es obvio, no tienen que resultar totalmente alienígenas. Nuestros incondicionales pueden satisfacer al resto de la mesa. El término ‘incondicional’ puede sonar a que la partida es una dictadura. Sin embargo, nada más lejano a la realidad. Con nuestros incondicionales buscamos asegurarnos nuestro disfrute, como el resto.
En general
Idea central: no ser generoso donde les da igual.
Hay muchas partes del juego que los jugadores no desean crear. Al contrario, desean que tú como DJ les digas lo que sucede. Estas fases suelen ocurrir a menudo, y es nuestra oportunidad para introducir lo que queramos. ¿Cómo sabemos si les da igual? Si no dicen nada y esperan a ver qué dices tú, ahí quieren que tú lo pongas.
Este punto tiene un truco, les da igual pero quieren que lo que sale por tu boca sea valioso. Ahí debemos conciliar nuestros intereses con sus expectativas y así crear la ficción. Esto significa que habrá momentos donde su voz tendrá mucha importancia. Sin embargo, habrá muchos otros donde pondremos lo que consideremos.
¿Te gusta esta forma de preparar una partida de rol?
Al fin y al cabo, lo que buscamos al preparar es ganar en confianza. En última instancia, preparar una partida es estar uno mismo preparado como director de juego. Es decir, estar preparado para improvisar, describir, caracterizar, inyectar drama o tensión, enarbolar una historia, etcétera.
Lo bueno de los consejos para dirigir rol es que podemos aprovechar lo que nos sirva y prescindir del resto. Un artículo que escribí hace un tiempo puede ayudarte a completar el cuadro, te lo dejo aquí. El estilo ecléctico al final es el que suele imponerse.
¡Ya sabes que puedes debatir conmigo sobre este tema en Twitter!
Gran artículo. Además de esto añadiría:
Elaborar las partidas conforme a los intereses y relaciones de los PNJ entre ellos y para con los Pj.
Construir también ‘ganchos’ a partir del trasfondo de los Pj.
Tener claro la razon por la que suceden los desencadenantes, ‘acompañarlos’ de un porqué para mantener coherencia.
Son geniales añadidos AnimaExxet. Hay unas cuantas cosas para completar el cuadro sobre este método, creo que el enfoque es en esa dirección que mencionas. ¡Muchas gracias por comentar!